Cremas de día y noche para una piel cuidada las 24 horas
La piel no tiene las mismas necesidades por la mañana que por la noche. Por eso, las cremas de día y noche están formuladas para acompañar sus ritmos naturales: protección, hidratación y luminosidad durante el día; regeneración, nutrición y reparación por la noche.
Estas fórmulas aportan activos adaptados a cada momento, ayudando a mantener la piel equilibrada, suave y saludable. Usarlas de forma complementaria potencia los resultados visibles, mejora la textura cutánea y fortalece la barrera de defensa frente a factores externos como el estrés, la contaminación o la deshidratación.
Rutinas completas para una piel más firme, luminosa y protegida
Las cremas de día suelen tener texturas ligeras y activos antioxidantes o hidratantes que preparan la piel para afrontar el día. Las de noche, en cambio, aprovechan las horas de descanso para actuar en profundidad, regenerar tejidos y mejorar la calidad de la piel desde dentro.
Juntas, forman una rutina facial inteligente que se adapta a diferentes edades y necesidades: desde mantener una piel joven y fresca hasta tratar signos de envejecimiento, sequedad o sensibilidad. Incorporarlas es un gesto simple que marca una gran diferencia en el aspecto y bienestar de tu piel.